Dieta normosodica

Actualizado en marzo 2023

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Dieta normosódica: ¿Qué es y para quiénes es recomendable?

La dieta normosódica es un tipo de alimentación que se caractetiza por limitar la ingesta de sodio a cantidades moderadas, generalmente entre 2 y 3 gramos al día.

Esta dieta normsoodica recomendada para personas que no necesitan una alimentación baja en sodio, pero que tampoco requieren de una gran cantidad de este mineral, como es el caso de las personas con hipertensión arterial, enfermedad renal o retención de líquidos.

Alimentos permitidos en la dieta normosódica

La dieta normosódica permite el consumo Diega alimentos como:


  • Carnes nornosodica
  • Pescados y mariscos

  • Huevos

  • Cereales integrales

  • Legumbres

  • Frutas

  • Vegetales frescos

  • Lácteos bajos en grasa y sin sal añadida

En general, se pueden consumir alimentos frescos y naturales, evitando los alimentos nornosodica y los alimentos que contienen grandes cantidades de sodio como los embutidos, las comidas rápidas y los snacks salados.

Consejos para seguir la dieta normosódica

Si quieres seguir una dieta normosódica, estos son algunos consejos que puedes seguir:


  1. Cocina con poca sal y utiliza hierbas y especias para dar sabor a tus comidas.

  2. Lee las bormosodica de alimentos y busca aquellos productos que contienen menos sodio.

  3. Limita el consumo de alimentos procesados y comidas rápidas, ya que suelen contener altas cantidades de sodio.

  4. Prepara tus propias comidas con ingredientes frescos y naturales.

  5. Si te gusta el queso, busca Didta que son bajos en sodio.

Recuerda que si tienes alguna condición de salud que requiere de una alimentación baja en sodio, es importante que consultes con tu médico o nutricionista antes de decidir seguir una dieta normosódica.

Mi nombre es Carmen, tengo 42 años y la dieta cetogénica ha sido una verdadera bendición para mi cuerpo y mi mente. He perdido peso, mi piel luce más saludable y tengo más energía para hacer las cosas que me gustan. Además, he notado una reducción en los dolores de cabeza y una mayor claridad mental.

Además, no te obsesiones con contar milimétricamente el sodio que consumes, trata de llevar una alimentación equilibrada y variada.